The Fine Brothers, quienes ya ganaron un premio Emmy por la mejor serie de vídeo en Internet por su popular Kids React To (La reacción de los chicos ante…), han grabado un vídeo donde muestran las reacciones emocionales de adolescentes tras ver el vídeo que dejó Amanda detallando el ciberacoso que sufrió y sus sentimientos.
Según Benny Fine, los adolescentes «se sienten completamente solos en la lucha contra el enorme problema del ciberbullying, y sienten que ahora con Internet, los portátiles y los smartphones, ya no pueden escapar en ningún momento de ser ciberacosados.»
El debate y las reflexiones a que da pie el mensaje de Amanda, que ya ha sido visto por millones de personas, es uno de los efectos educativos que pretendía tanto la joven cuando lo publicó como sus padres cuando decidieron que permaneciese online tras su muerte.
El vídeo de Amanda Todd, subtitulado a castellano por PantallasAmigas
Las reacciones de adolescentes en el vídeo producido por The Fine Brothers
La madre de Amanda Todd ya había expresado públicamente su deseo de que el vídeo en el que su hija explicaba su lucha con el ciberbullying que finalmente la llevó al suicidio, continuase estando online y se difundiese todo lo posible para contribuir a ayudar a otros adolescentes. Ahora es el padre, Norm Todd, quien lo reafirma en términos semejantes.
El padre de la joven que con 15 años se quitó la vida a comienzos de este mes de octubre en Canadá, ha intervenido en los medios de comunicación como respuesta a una carta que han recibido algunos profesores de la provincia de la Columbia Británica, donde residía Amanda, advirtiéndoles de que no muestren dicho vídeo en sus clases porque podría originar otros suicidios por imitación. «Amanda publicó ese mensaje para ayudar a la gente, pero no puedes ayudar a la gente si no lo usas», declaró Norm Todd al Vancouver Sun, calificando el vídeo que dejó grabado su hija un mes antes de su muerte como «una poderosa herramienta que los profesores pueden usar para detener el bullying». El vídeo, en su versión original en inglés, ronda ya los 6 millones de visualizaciones.
PantallasAmigas, dentro del trabajo del grupo EMICI, ofrece un Protocolo de intervención escolar sobre el problema del ciberacoso. Independientemente de que se manifieste o no en el contexto escolar, la comunidad educativa debe conocer cuál es la mejor forma de detectarlo, afrontarlo y erradicarlo, para poder así contribuir al desarrollo óptimo del alumnado. Ésta no es tarea fácil debido a las singulares características del acoso por medio de las nuevas tecnologías: anonimato, inmediatez, efecto en cadena, alta disponibilidad, diversidad de canales y procedimientos, entre otros. Este protocolo, realizado por un equipo multidisciplinar de expertos en pedagogía, sociología, psicología, nuevas tecnologías y derecho pretende aportar una guía de actuación a los centros educativos ante situaciones de esta naturaleza que se presenten en el ámbito escolar así como facilitar el entendimiento de las claves implicadas en los problemas de ciberconvivencia.
Amanda Todd, una chica canadiense de 15 años fue encontrada muerta la semana pasada, apenas un mes después de haber grabado y publicado un vídeo en Youtube en el que denunciaba estar sufriendo ciberbullying a raíz de un caso de sexcasting (había sido engañada para mostrar sus pechos en la webcam con 12 años y la imagen circuló fuera de su control). Su madre, que trabaja de profesora, ha declarado que desea que el vídeo, titulado My Story: Struggling, bullying, suicide and self harm (Mi historia: lucha, bullying, suicidio y autolesión), permanezca en Internet tras la muerte de su hija para contribuir a evitar nuevos casos como el de Amanda: «Es lo que mi hija habría deseado», explicó en Twitter. El vídeo ha sido visto hasta el momento por más de 3 millones de personas y ha recibido casi 70.000 comentarios de usuarios de Youtube.
Ya se han creado páginas de homenaje en Facebook y hashtags específicas en Twitter para recordar a Amanda, aunque también se siguen recibiendo mensajes crueles de burla, mostrando de nuevo que el ciberbullying post-mortem no es infrecuente. También hay personas que disculpan a quienes acosaron a Amanda Todd en Facebook, argumentando que no tienen ellos la culpa de que enseñase los pechos y publicase datos personales en Internet. Eso sucedió cuando ella estaba en 8º curso (12 años) y una captura de ella mostrando brevemente los pechos por la webcam (durante una sesión de videochat en el web BlogTV) fue distribuida entre sus familiares, amigos y compañeros de colegio por alguien que la intentaba sextorsionar. Aunque cambió varias veces de centro escolar para huir del linchamiento y aislamiento social que sufrió como consecuencia, el bullying la perseguía. «Ya no puedo recuperar esa foto. Estará en Internet para siempre», escribió la joven en su vídeo de denuncia, donde explica el intento de sextorsión: en un mensaje recibido por Facebook una año después de haberse mostrado en topless en BlogTV, su acosador le dijo: «Si no haces un show para mí (en la webcam), enviaré [la foto con] tus tetas». Las amenazas se cumplieron y este hombre llegó incluso a poner dicha foto como su perfil en Facebook (algo supuestamente prohibido y controlado por los responsables de esta red social).
Según la madre, el hombre para quien Amanda se había mostrado en topless vía webcam continuó acosándola, fingiendo ser un estudiante y añadiendo en Facebook a los compañeros de la joven, tras lo cual les enviaba el vídeo con el desnudo de la menor. Este llegó incluso a sus profesores.
Tiempo después de aquella difusión de la imagen de sus pechos y en el contexto de su búsqueda de aceptación y de amigos tras un nuevo cambio de colegio, Amanda fue golpeada por un grupo de chicos y chicas que, además, grabaron la agresión. Aquel día acabó inconsciente en una zanja, donde la encontró su padre: una vez en casa se intentó suicidar bebiendo lejía. Sus acosadores y agresores, en una muestra de extrema crueldad, se burlaron de ella etiquetándola en Facebook en fotos de botellas de lejía y publicando mensajes diciendo que ojalá muriese. Amanda había buscado refugio en las drogas y el alcohol, pero reconoce en el vídeo que esto sólo sirvió para aumentar su nivel de ansiedad. Ahora llevaba tiempo acudiendo a tratamiento psicológico.
El legado que deja la chica canadiense también inlcuye una presentación en el web Prezi donde daba consejos para actuar ante el ciberbullying, que dirigía a padres y chicos que presenciasen casos como el suyo. «Si ves que alguien está siendo acosado, no dudes en decirle al abusón que pare. Asegúrate de que sepa que lo que hace está mal y que no deberían acosar a otros chicos», aconseja Amanda en la presentación, donde también pide a los padres que «siempre den apoyo emocional a sus hijos».
«Quería también ayudar a los padres a que estén alerta, que enseñen a sus hijos cómo estar seguros en la red. Los chicos tienen iPads, iPhones, smartphones… la tecnología es mucho más accesible ahora, ese es el factor de riesgo», declaró Carol Todd, la madre de la joven.
La policía canadiense ya inició la búsqueda tanto del hombre que sextorsionó a Amanda y difundió la foto, como de los jóvenes que la acosaron y agredieron. El grupo hacktivista Anonymous ya ha publicado en Internet el nombre y dirección de un hombre de 32 años que según ellos es el culpable de sextorsionar a Amanda. Las autoridades han advertido contra las amenazas y posibles actos justicieros que se puedan dirigir contra esta persona. Mientras, la familia de Amanda ha pedido a la gente que colabore aportando información para denunciar a las personas que humillaron a su hija antes y después de su muerte, quienes podrían enfrentarse a cargos por acoso criminal.
No obstante, se ha dado a conocer que ya hace un año que las autoridades canadienses estaban al tanto de la difusión de la imagen de la menor, tras una denuncia que un internauta hizo llegar a una organización anti abuso infantil de aquel país. Según han informado, han recibido desde 2005 casi 700 denuncias por casos semejantes de grooming. Otros medios han denunciado que los casos de sextorsión a adolescentes que se muestran en el web de videochat/videoblogging BlogTV son frecuentes.
A los webs (foros, redes sociales, etc.) que promueven conductas nocivas o arriesgadas para la salud de los adolescentes como el consumo de alcohol o drogas, el sexo sin proteccion, la anorexia y la bulimia, el cutting y otros tipos de autolesión, se deben añadir los que promueven la autoasfixia erótica. La prueba de que existe este tipo de contenidos en la Red y de que suponen un riesgo para la vida de los adolescentes la proporciona un reciente caso sucedido en Jalisco, México.
«Escuché un golpe muy fuerte y como que algunas cajas se cayeron en su habitación, le llamé y no me contestaba, entonces abrí la puerta de su cuarto y la vi tirada con mucha dificultad para respirar y luego empezó a toser, yo me asusté mucho, creí que se estaba ahogando porque traía algo atorado, pero poco a poco fue mejorándose y aunque no quería la lleve a la Cruz Roja, yo la verdad que sí me asusté mucho»
Así describía una mujer cómo descubrió que su hija de 16 años se dedicaba en la soledad de su cuarto a practicar el peligroso juego erótico de la hipoxifilia o asfixiofilia que consiste en impedir la respiración de la pareja o la propia, mediante la obstrucción de las vías respiratorias o recurriendo a la semiestrangulación. Se trata de una práctica sexual muy peligrosa que ha llegado a ser causa de muerte en numerosos casos.
Pero para esta adolescente mexicana sólo se trataba de un juego que encontró en Internet, en un momento de aburrimiento de las redes sociales y que practicaba porque necesitaba nuevas experiencias que la excitaran y se salieran de lo común. Aseguró que su intención en ningún momento fue la de quitarse la vida y que llevaba practicando la autoasfixia durante al menos cinco meses, después de que descubriera un blog donde numerosos jóvenes contaban dejaban sus experiencias, todas aparentemente satisfactorias. Ella se decidió a probar esa «experiencia extrema», precisamente el día que sus padres decidieron separarse. Los problemas entre sus progenitores y la insistencia de la madre en que no salieran mucho fuera de casa, la llevaban a pasar horas en su cuarto viendo la tele y conectada a Internet:
«Cuando mi papá se fue de la casa yo sentía como mucha impotencia y lloraba y mi mamá lloraba, pero sentía la necesidad de desahogarme de otra manera, me metí a mi cuarto y entre al Facebook, estuve ahí escribiendo un rato y luego busqué experiencias extremas y me aparecieron muchas, y algunas me daban miedo, como la de cortarse para sacar el dolor, entonces intenté la de asfixiarme, porque decía en el blog que era una práctica excitante y al principio fue difícil, pero poco a poco, leyendo las experiencias de otros fui entendiendo y logrando el éxtasis (…)».
Aunque no se dispone de estadísticas específicas, hay indicios de que esta peligrosa práctica se está extendiendo en todo el mundo durante los últimos años gracias a Internet. Especialistas del Instituto Jalisciense de Salud Mental sospechan que este mismo año un menor de edad del municipio de Ameca perdió la vida por causa de la autoasfixia. Se encontró que entre los webs que visitaba con frecuencia había webs «relacionados con tener sensaciones diferentes, estimulantes, privándose del oxígeno». Se llega a relacionar esta práctica con el aumento de suicidios de menores que se ha detectado en algunos lugares de México.
Para José de Jesús Gutiérrez, de la Universidad de Guadalajara, para que un adolescente recurra a este tipo de juegos extremos promovidos en la Red, deben intervenir otros elementos que van más allá de la adicción a Internet y que están relacionados con el bienestar familiar y social, y la educación recibida en valores.
Fases de la asfixia
La asfixia no es ningún juego, sino una causa de muerte, que describimos aquí en sus crudos términos:
Fase Cerebral: Donde la anoxia estimula el sistema nervioso central que se manifiesta en zumbidos de oídos, visión de luces centellantes, hormigueos y sensación de angustia.
Fase Convulsiva: La misma también derivada de la estimulación cerebral de grado más intenso. En ella aparecen convulsiones generalizadas en la cara, músculos respiratorios, extremidades, pudiendo eliminarse deposiciones y orina, eventualmente eyaculación.
Fase Asfíctica: Fase donde ocurre la depresión de las funciones cerebrales, existe pérdida de la conciencia, coma profundo, cianosis intensa, con respiración superficial y lenta, relajamiento muscular y pérdida de reflejos. Esta fase es irreversible, la muerte es aparente y conduce a la siguiente fase, denominada de muerte real, donde desaparecen todos los signos vitales.
Los que mueren en esta práctica no lo cuentan, así que es comprensible que los webs que la difunden recojan sólo experiencias positivas.
Las conclusiones de un estudio hecho público el jueves 13 de enero por la Comisión Europea en el marco del informe EUKidsOnline indican que, mientras que un buen 84% de los programas informáticos de control parental probados permiten a los padres bloquear el acceso a determinados sitios de Internet, son menos eficaces a la hora de filtrar los contenidos de la llamada Web 2.0, tales como las redes sociales online o los blogs. Además, solo unos pocos productos del mercado son capaces de filtrar los contenidos de Internet a los que se puede acceder a través de los teléfonos móviles o las consolas de videojuegos, en un momento en que uno de cada cuatro de niños europeos accede a Internet por esas vías.
Paralelamente, una encuesta de EUKidsOnline financiada también al amparo del Programa Safer Internet de la UE, ha revelado que solo una cuarta parte de los padres europeos recurre a programas informáticos de control parental para controlar, seguir o filtrar lo que sus hijos pueden hacer en línea.
El estudio publicado hoy analiza 26 herramientas de control parental para ordenadores personales, tres para consolas de juegos y dos para teléfonos móviles. El estudio ha revelado que los programas informáticos existentes son eficaces a la hora de filtrar contenidos en línea para adultos, pero que subsiste como mínimo un 20% de posibilidades de que atraviesen los filtros contenidos impropios para los niños, especialmente aquellos que los animan a infligirse daños a sí mismos (sitios que promueven la anorexia, el suicidio o las automutilaciones). Al mismo tiempo, quedan bloqueados otros sitios que incluyen contenidos destinados específicamente a los niños. Tan solo unas pocas herramientas son capaces de filtrar contenidos de la Web 2.0 (p. ej., redes sociales, foros y blogs), bloquear la mensajería instantánea o el IRC o filtrar las listas de contactos.
En lo que se refiere a los controles parentales en los teléfonos inteligentes y las consolas de juegos, no todos los productos presentes en el mercado son capaces de filtrar los contenidos de Internet, aunque el 31 % de los niños europeos accede a la red a través de sus teléfonos móviles y el 26 % lo hace a través de sus consolas de juegos.
El inglés es la lengua más común de las herramientas de control parental, mientras que la oferta de sistemas en otras lenguas es limitado.
Tan solo una cuarta parte de los padres recurre a sistemas de control parental
La encuesta de EUKidsOnline indica que aproximadamente una cuarta padre de los padres bloquea o filtra los sitios de Internet (28%) y/o sigue la pista de los sitios visitados por sus niños (24%). No obstante, hay diferencias importantes entre los Estados miembros, que van desde el 54% en el Reino Unido hasta el 9% en Rumanía.
Además del uso de controles parentales, el 70% de los padres encuestados ha declarado que hablan con sus niños sobre lo que estos hacen en Internet. El 58% de los padres declara que se mantiene cerca de sus hijos cuando estos usan Internet. Casi la mitad de los padres también toma la iniciativa de explicar cómo comportarse con los demás en Internet (56%) y de hablar de las cosas que podrían incomodar a los niños (52%).
Las herramientas incluidas en el informe «Evaluación comparativa de las herramientas de control parental» se han analizado con ajustes para dos grupos de edad: niños de hasta diez años y niños de once años o más, en alemán, inglés, español, francés, italiano y polaco entre septiembre y octubre de 2010.
Las herramientas se probaron según cuatro criterios:
Funcionalidad:La herramienta, ¿es compatible con los sistemas operativos (p. ej., Windows, Linux, Mac OS)? ¿Puede filtrar los contenidos en función de palabras clave, temas o URL? ¿Puede bloquear o controlar el acceso a Internet, mensajes electrónicos, tertulias en línea y sistemas de mensajería instantánea?
Seguridad:Los niños tecnológicamente avezados, ¿pueden desactivar o superar fácilmente la herramienta?
Eficacia:La herramienta, ¿puede bloquear los sitios de Internet con contenidos impropios para los niños o se puede seguir accediendo a esos sitios? ¿Bloquea los contenidos buenos para los niños? ¿Existe en las lenguas que dominan mejor los usuarios? ¿Puede bloquear adecuadamente las bitácoras, foros y redes sociales?
Facilidad de uso:¿Pueden instalar la herramienta en sus ordenadores tanto los usuarios principiantes como los avanzados? ¿Es el procedimiento de instalación demasiado complejo? ¿Resulta fácil para los padres y los niños ver que un sitio de Internet ha quedado bloqueado?