Instagram, aplicación que permite compartir fotos en diferentes redes sociales, ha sido objeto de varias polémicas esta semana. La última, el intento de linchamiento por parte de un grupo de adolescentes que trataron de acceder a la escuela de quien había subido varias fotos de sexting de ellos a Instagram.
Al parecer, una estudiante sueca de 17 años había solicitado fotos de sexting para ponerlas en Instagram con la promesa de no desvelar la fuente de quien le pasara las fotos. Su cuenta se llenó de cientos de fotos de niños y niñas de 13/14 años, muchos con sus nombres incluidos y con las supuestas actividades sexuales que se realizaron. Según comentan los afectados y sus compañeros, no había desnudos ni fotos comprometidas, pero las sugerencias y esas supuestas actividades sexuales fueron suficientes para enfurecer a los afectados. Había tantas fotos en esa cuenta de Instagram, que varios estudiantes se organizaron por Facebook para encontrar a los culpables y cuando encontraron a la autora, hicieron un llamamiento para ir a su escuela para lincharla.
La policía acordonó y protegió el centro escolar pero eso no impidió que se produjeran disturbios y algaradas. Los jóvenes lanzaron piedras a los agentes, saltaron encima de los coches y tumbaron farolas y papeleras.
Nuevamente se demuestra la facilidad con la que las personas son difamadas a través de Internet, basándose en simples rumores, y la velocidad con la que se organizan y promueven prácticas antisociales que acaban causando serios disturbios.
La policía de Moscú anunció el martes haber detenido a un hombre de 29 años, sospechoso de haber abusado de más de 450 niñas a través de internet, obligándolas mediante chantaje a efectuar actos sexuales ante su cámara web.
Según lo explicado por la policía, el acusado entraba en contacto en las redes sociales con niñas de entre 8 y 13 años haciéndose pasar por una mujer que les proponía una sesión de fotos para una revista de moda.
Primero les pedía desnudarse parcialmente ante su cámara web y grababa las escenas, para más tarde hacerles chantaje (sextorsión), amenazándolas con publicar las fotos en internet.
«Amenazándolas con difundir estas informaciones, pedía a las víctimas que se desnudaran por completo ante su cámara web» y que efectuaran actos obscenos, añadieron las fuentes policiales.
Todo sucedió muy rápido. Gauthier, de 18 años, volvió del instituto y empezó a hablar con una desconocida por Internet en el servicio de videochat con desconocidos Chatroulette. Poco después, empezaron las confidencias, la seducción y ambos terminaron mostrándose a través de la cámara web. También se hicieron amigos en Facebook. Entonces, el tono de la chica cambió radicalmente; le amenazó con difundir un vídeo con la captura del sexcasting que acaba de hacer, donde aparecía desnudo. «Tengo un vídeo porno tuyo. Si no me das 200 euros, destruiré tu vida», le escribió. Una semana más tarde, Gauthier se quita la vida.
Este suceso recuerda a la trágica muerte de Amanda Todd. Esta canadiense de 15 años fue víctima de amenazas en Internet después de que enviara, por cámara web, la imagen de sus pechos desnudos a un desconocido. Su muerte provocó un gran impacto en la sociedad canadiense. «Nos habían hablado de la canadiense que se suicidó después de haber enseñado su pecho», cuentan los padres de la víctima al diario Le Parisien. «Canadá está muy lejos, creíamos que algo así no sucedería nunca aquí. Pero le puede pasar a cualquiera», añaden.
«La familia ha presentado una denuncia para intentar desvelar la identidad de la persona que le envió mensajes amenazantes y que intentó extorsionarle», ha indicado la policía. Los agentes han contactado el servicio jurídico de Facebook. Sin embargo, todavía no han conseguido saber desde qué ordenador se escribieron los mensajes. Algunos medios franceses afirman que la dirección IP corresponde a Costa de Marfil.
PantallasAmigas ofrece en el web CuidadoConLaWebcam consejos y animaciones entre otros recursos para sensibilizar sobre este tipo de riesgos derivados del uso de cámaras web. Además en nuestros blogs podrás encontrar información sobre otros servicios similares a Chatroulette de los que estamos advirtiendo dentro de nuestra permanente labor de ciberalerta.
Según se acaba de conocer, el miércoles pasado otra chica adolescente se suicidaba en los EE.UU. tras un caso de bullying y ciberbullying derivado de la difusión de imágenes sexuales suyas, en este caso un vídeo. En dicho vídeo la joven de origen hispanoamericano Felicia García, de 15 años, aparecía manteniendo relaciones (consentidas) con cuatro chicos de 17 (otras fuentes afirman que tienen entre 15 y 16) miembros de un equipo deportivo de su instituto.
La escena fue grabada presumiblemente con un teléfono móvil o smartphone por alguno de los participantes y difundida a otros estudiantes del mismo instituto. Tan sólo unos días más tarde la adolescente se arrojó a las vías del tren delante de sus compañeros de clase, tras entregarle el móvil a una amiga. Algunas fuentes declararon que la chica sufrió insultos en voz alta por alguno de sus acosadores en el mismo andén momentos antes de suicidarse.
Según testimonio de algunos compañeros a la prensa, después de tener sexo con ella en una fiesta posterior a un partido, los chicos no dejaron de meterse con ella, acosándola constantemente. Aunque el acoso venía de atrás, según han declarado algunos estudiantes que la conocían, a raíz de una relación que mantuvo con un miembro del equipo de fútbol americano. Esto inició un acoso tanto presencial como a través de Facebook, donde sufrió numerosos insultos.
Dos días antes había expresado en Twitter «I cant, im done, I give up» (No puedo, ya está, me rindo). También había publicado fotos suyas con la palabra «depressed» (deprimida) sobreimpresionada. Anteriormente había sufrido acoso escolar pero había sabido defenderse y reaccionar positivamente, según cuentan sus compañeros. Según algunas fuentes pocas horas antes de arrojarse al tren, había publicado en Instagram fotos suyas en las que se podían ver señales de una paliza.
Al parece Felicia no fue presionada para realizar los actos sexuales grabados, sino que fue la grabación de dichos actos lo que ella no habia consentido: esta filmación y difusión además de suponer un grave delito, fue lo que agravó el acoso y consecuente padecimiento psíquico que sufrió en los días anteriores a su suicidio.
El colegio trató de intervenir en cuanto tuvo conocimiento del caso de bullying, reuniéndose con ella y con el supuesto cabecilla del bullying, un compañero de 17 años. Incluso Felicia habló con alguno de los presuntos iniciadores del acoso, según se ha sabido, para tratar de reconducir la situación. La policía exculpó a los chicos que aparecen en el vídeo manteniendo relaciones sexuales con la chica, al constarles que era consentida, pero siguen investigando el caso, incluso mediante el análisis de los perfiles de Facebook de todos los estudiantes en busca de evidencias de acoso e intimidación.
Este caso se suma al reciente suicidio de Amanda Todd, también de 15 años, en el que también hubo un acoso derivado de una imagen, autoproducida en aquel caso, y usada para someterla a sextorsión. En el caso de Felicia, como en el de Amanda, han aparecido ya muestras de ciberbullying post-mortem en forma de comentarios e imágenes que hacen burla de su trágica muerte.
Según otro estudio del Centro de Investigación sobre Delitos contra los Niños de la Universidad de New Hampshire, en un 17% de los casos de sexting que llegaron a la policía estadounidense durante los años 2008 y 2009 se había producido difusión no autorizada de sexting. En dos de cada tres casos las imágenes mostraban los genitales o relaciones sexuales, y por tanto serían pornografía infantil según las leyes federales de los EE.UU.
Debemos recordar que el sexting no siempre se hace con el consentimiento de todas las personas implicadas, cuando aparecen varias personas en la imagen, y que una de ellas —habitualmente quien realiza la grabación— puede acabar distribuyéndolas, añadiendo a los peligros y delitos habituales en el sexting autogenerado, el delito de grabar y/o difundir sin permiso una imagen íntima de otra persona, una forma de violencia sexual digital que podría ser castigado con la cárcel próximamente en España.
Más información para la prevención en SEXTING.es y CIBERBULLYING.com
PantallasAmigas, dentro de sus numerosos recursos para la prevención y sensibilización sobre los diversos riesgos asociados a las TIC, con especial énfasis en los que afectan a niños y adolescentes, ofrece en Sexting.es información sobre el fenómeno del Sexting. Además de noticias y exhaustivas estadísticas, se puede acceder a una completa guía sobre adolescentes y sexting, a consejos en vídeos de animación, artículos en profundidad y una relación de casos significativos por su repercusión legal o mediática y otros recursos de utilidad. Acerca de los sucesos que podríamos calificar de violencia sexual, consúltese ViolenciaSexualDigital.info y al respecto del ciberbullying, otro web temático: Ciberbullying.com.
Según informó ayer en Madrid la empresa responsable de la red social más utilizada por los jóvenes españoles (14 millones de usuarios), las incidencias de privacidad en la misma se han reducido a menos de la mitad en los últimos dos años. El dato fue dado a conocer durante la presentación de su nuevo Centro de Ayuda y Seguridad un nuevo vídeo acerca del uso seguro de redes sociales. Entre las características de Tuenti en ese terreno destacan la máxima privacidad por defecto para todos los usuarios, y la posibilidad de diferenciar los amigos de confianza de los meros contactos.
Según Sebastián Muriel, vicepresidente de desarrollo corporativo, la privacidad de Tuenti «es un claro elemento diferenciador con respecto a otras plataformas». Así, el nuevo Tuenti Social Messenger que está desarrollando la compañía, disponible en fase beta en aplicaciones para Android y Blackberry, diferencia entre amigos y contactos. Esto supone en la práctica romper con limitaciones a la participación en Tuenti existentes hasta ahora. Por ejemplo, los padres pueden comunicarse como contactos de sus hijos en Tuenti sin necesidad de tenerlos como amigos y, por tanto, respetando su ámbito de comunicación más privado. Tuenti lo resume en un lema: «Chatea con todos. Comparte sólo con tus amigos».
Las incidencias de privacidad relativas a perfiles y fotos de Tuenti se han reducido un 52% en los dos últimos años como consecuencia de la mayor sensibilización y las diferentes mejoras introducidas. Tras reforzar en mayo pasado su política de privacidad para estrechar sus conocidas garantías de protección a los usuarios, ahora, en pleno debate sobre la privacidad en redes sociales en Europa, la red social española ha tomado la decisión de presentar un nuevo centro de ayuda y privacidad, con recursos para usuarios, padres, educadores y la sociedad en general.
Así, en el vídeo divulgativo presentado ayer se ofrecen reflexiones de interés para abordar una participación responsable en redes sociales y ha contado entre otros con la colaboración de expertos de la Policía Nacional, la Guardia Civil, INTECO, el Director de la Agencia Española de Protección de Datos y PantallasAmigas. Tuenti conforma con estas personas y entidades su nuevo Comité Asesor de Expertos en seguridad y privacidad.
Seguridad y privacidad en Tuenti
En Tuenti, todos los usuarios tienen activado por omisión el máximo nivel de privacidad y protección de sus datos e información personales. Sólo aquellas personas que el usuario haya aceptado como amigas pueden acceder a su información personal, así como ver sus números de teléfono o descargar sus fotos. Es decir, Tuenti por defecto no permite el acceso a la información de los usuarios por parte de terceros.
Otra característica diferencial ya conocida de Tuenti es la imposibilidad de que los motores de búsqueda (p.ej. Google) indexen los perfiles de los miembros de esta red social. Tuenti afirma también estar incorporando los principios de Privacy by Design y Privacy by Default, de manera previa a su entrada en vigor a nivel europeo. Según afirma Óscar Casado, Director Jurídico y de Privacidad de Tuenti «a diferencia de otras redes sociales, Tuenti parte de una premisa básica: la información es propiedad del usuario y por tanto, es el usuario el único con derecho a controlar la recogida, uso y revelación de cualquier información sobre sí mismo».