Según un estudio publicado recientemente por la consultora comScoreAmérica Latina es la región con un mayor tiempo de uso de la red social Facebook, con una media de 9,3 horas mensuales, la cual duplica el promedio mundial de 5,1 horas. El principal impulsor del continente es Argentina. La mitad de su población ya tiene un perfil, que usa de media 8,7 horas mensuales.
Sin embargo, si consideramos como red social no sólo Facebook sino webs como Twitter, LinkedIn u Orkut, Brasil pasa a ser el primero en el ranking de horas de uso, con 13 horas mensuales.
De acuerdo con la información proporcionada por la consultora, la sociabilidad del pueblo latinoamericano es una de las principales explicaciones de la proliferación de las redes sociales. Plataformas online que, en definitiva, constituyen tan solo una prolongación de nuestra vida diaria. Simplemente suman un ámbito diferente de socialización a la ya preexistente escuela, centro deportivo o lugar de trabajo.
Asimismo, según este estudio de los diez mercados más afines a redes sociales, cinco están en América Latina: Argentina, Brasil, Perú, México y Chile.
No obstante, debemos tener en cuenta a la hora de considerar estas afirmaciones que en el análisis no se incluyó el uso de redes sociales desde dispositivos móviles como smartphones, tablets o consolas.
La víctima conoce al delincuente en páginas de encuentro de la Red y se establece el contacto que termina, tarde o temprano, en cibersexo donde ambos se quitan la ropa delante de la webcam.
El chantajista graba el desnudo de la víctima y solicita dinero para que no sea publicado o incluso mostrado a sus amigos y familiares identificados en las redes sociales.
Mucha gente navega por la red para conocer personas nuevas y, en algunos casos, de forma premeditada o sobrevenida, incluso pueden plantearse algún tipo de experiencia sexual. Para ello hay muy diversas formas, si bien existen algunas clásicas como son las webs de contactos específicas. Más recientemente, han surgido sitios donde poder chatear con desconocidos de forma aleatoria usando la webcam, como por ejemplo Chatroulette, que en buena medida han marcado tendencia hacia relaciones menos profundas y, quizás, con más riesgo.
Según manifiesta Jorge Flores, director y fundador de PantallasAmigas, «hemos recibido en las últimas semanas diversas llamadas, especialmente de jóvenes que dicen estar siendo chantajeados por alguien ante quien se desnudaron por la webcam. El contacto se inició en un lugar de contactos o chateo pero luego se intercambiaron más informaciones o datos que el chantajista usó posteriormente. En algunos casos, se trató de algo muy rápido: se conocen, se desnudan ante la cam y se produce el chantaje con exigencia de dinero en 24 horas. Otras veces la jugada dura más tiempo pero el resultado es el mismo». En muchos casos la cantidad solicitada se ajusta al perfil de la víctima que previamente ha sido estudiado ya que el objetivo del delincuente es que se haga efectivo de inmediato.
Un engaño doble: ni siquiera hay un desnudo real al otro lado
En ocasiones se trata de una grabación y, al otro lado del videochat no hay sino una persona que controla lo que la víctima cree estar viendo y que selecciona las escenas a grabar cuando ésta se desnuda. También se puede tratar de chicas contratadas para seducir y desnudarse delante de la webcam para luego dejar la extorsión en manos especializadas. En cualquier caso, lo que la víctima cree ver es una oportunidad, alguien que quiere lo mismo que ella y que, por lo general, empieza incitando y ofreciéndose a desnudarse en primer lugar. A partir de ese momento, cualquier cosa es posible y cuando el cebo es realmente una persona se alcanzan límites no imaginables en esa supuesta relación íntima digital pero sobre todo virtual.
Los delincuentes se acercan al círculo privado para hacer mayor su amenaza. Tratan de conocer o entrar en la vida digital social de su víctima (por ejemplo, colándose por engaño o por derecho en su círculo en las redes sociales: Facebook, Tuenti…) de forma que puede amenazar con dar a conocer precisamente a su núcleo relacional, sus contactos, la existencia de esas imágenes tan comprometidas.
El perfil de las víctimas
Es muy variado, quizá especialmente hombres aunque también se produce con mujeres. Un caso típico de víctima puede ser un joven o varón adulto que cree haber encontrado una mujer con la que compartir excitación y prácticas sexuales usando la webcam. Sin embargo, también podemos encontrar mujeres de mediana edad y chicos adolescentes. «Es posible que haya proporcionalmente más víctimas entre población homosexual, pero no lo podemos confirmar estadísticamente. La causa podría ser una mayor prevalencia entre estas personas a la hora de buscar experiencias alternativas en tanto que en su entorno habitual, físico e inmediato, no hay oportunidades o no es asumido con plena naturalidad» comenta Jorge Flores.
¿Qué hacer ante un chantaje?
Desde PantallasAmigas apuntan que «aunque cada situación es diferente y requiere un tratamiento específico», estos son los diez pasos que se pueden seguir si no se ha podido evitar que alguien inicie una sextorsión:
Decálogo para una víctima de sextorsión
Pide ayuda. Solicita el apoyo de una persona adulta de confianza.
No cedas al chantaje. No acceder a las peticiones del chantajista si con ellas este se hace más fuerte.
No des información adicional. Cualquier dato o información puede ser usado por quien te acosa.
Guarda las pruebas. Cuando te amenace, te muestre cosas delicadas… captura la pantalla y anota día y hora.
Retira información delicada. Borra o guarda en otro lugar informaciones o imágenes privadas que puedas tener. Si no lo has hecho, tapa la webcam.
Elimina malware. Asegúrate de que no tienes software malicioso —troyanos, spyware…— en tu equipo.
Cambia las claves personales. Puede que esté espiando tus comunicaciones en las redes sociales.
Comprueba si puede llevar a cabo sus amenazas. Muchas amenazas son faroles, no son ciertas. Trata de comprobar que tiene las imágenes que dice.
Avisa a quien te acosa de que comete delito grave. Debe saber que la Ley le puede perseguir y que tú lo sabes.
Formula una denuncia. La Ley persigue con dureza este tipo de delitos, especialmente si eres menor de edad.
¿Cómo utilizan la tecnología los niños, niñas y adolescentes brasileños? ¿Cual es la influencia que tienen estos dispositivos y servicios en su comportamiento, aprendizaje y su capacidad de socialización?
Estas son cuestiones abordadas por la investigación que la Fundación Telefónica Vivo, en colaboración con el Foro Generaciones Interactivas, Ibope y la Escuela del Futuro (USP) han llevado a cabo. En el estudio se entrevistó a 18.000 niños, niñas y adolescentes de edades comprendidas entre los 6 y los 18 años. Estos menores son estudiantes de escuelas públicas y privadas, tanto de zonas urbanas como de zonas rurales de cinco regiones del país. «Con esta muestra, creemos tener una imagen bastante representativa de la generación futura, quienes ya están utilizando tecnologías punteras», dijo Antonio Carlos Valente, presidente del Grupo Telefónica en Brasil.
En su opinión, además de ser un instrumento de mejora, la investigación tiene la función de proporcionar subvenciones para el desarrollo de acciones relacionadas con la innovación educativa: «Cuanto más conocemos a los niños y jóvenes que han nacido conectados, los llamados nativos digitales, podremos hacer mejores planes de aprendizaje y promover el uso responsable de las pantallas digitales».
Algunas de las Estadísticas del estudio
Brasil cuenta con un 45% de hogares con computador, y hasta un 38% de hogares conectados a Internet. El grado de penetración de las nuevas tecnologías es mayor en el sur que en el norte. En zonas rurales, hasta un 90% de los hogares no cuentan con conexión a Internet.
Para qué usanInternet: las actividades más practicadas por los internautas brasileños son, por orden descendiente de importancia:
Comunicación (91%)
Búsqueda de información (86%),
Ocio (85%),
Educación (67%),
Consultas de precios de productos y / o servicios (59%),
E-government (31%),
Servicios financieros (24%),
Y la divulgación o venta de cualquier producto y / o servicio a través de Internet (7%)
En el ámbito de las actividades de comunicación, las más comunes son:
Enviar y recibir correo electrónico (78%),
Enviar mensajes instantáneos (72%),
Participar en redes sociales como Facebook, Orkut y Linkedin (69%),
El chat de voz a través de programas como Skype (23%),
Usar microblogs como Twitter (22%),
Creación o actualización de sitios como blogs (15%),
Unirse a las listas de correo o foros (14%).
Teléfonos celulares:
Penetración de los teléfonos móviles: en 2011, esta proporción alcanzó el 87%, siendo la penetración más importante en las zonas urbanas (91%) que en las rurales (69%)
Un 66,9% de los niños usa el teléfono para jugar frente a un 56,1% y un 23,4 que lo utiliza para hablar y para publicar. Tan solo lo utiliza para navegar un 11,1%.
Los adolescentes sin embargo utilizan el teléfono un 89,5% para hablar, un 60,8% para enviar mensajes y un 49,2% para jugar.
El 28,4% de los padres compraron un teléfono móvil a sus hijos cuando éstos lo pidieron.
Un 16,4% de los niños y un 15,4% de las niñas tuvieron su primer teléfono a los 8 años o menos. Un 70,4% de los niños y el 73,7% de las niñas llegaron a tenerlo con 12 o menos.
Videojuegos
En la industria del entretenimiento, la industria de los juegos es el de más rápido crecimiento en Brasil desde mediados de la década pasada, siguiendo una tendencia mundial similar. A finales de 2011 se estimaba que había 35 millones de usuarios de videojuegos en Brasil, lo que equivale al 75,1% de la población activa en Internet (de 10 a 65 años). Los usuarios de los videojuegos en Brasil juegan 10,7 horas semanales, casi equivalente al doble del tiempo que pasan viendo televisión: 5.5 horas a la semana.
Juegan 19,2 millones de hombres- o el 83% de la población activa masculina en la Internet – y 15,8 millones de mujeres – o el 69% de la población activa femenina en la red. La comunidad de jugadores está compuesta por jugadores de todo el mundo que juegan tanto en consolas de videojuegos como en ordenadores.
Un 59,5% de los adolescentes juega online; un 70,6% de los chicos frente a un 49,9% de las chicas.
En su mayoría, los hombres juegan a juegos de carreras de coches (un 36,9%) seguido por algunos juegos de deportes (fútbol) 32,1%. Las mujeres juegan a videojuegos sociales en comunidades virtuales como The Sims (17,3%).
Es de destacar que la gran mayoría de los jóvenes que utilizan las consolas en Brasil lo hacen con una generación de consolas anterior (Wii, Playstation 2, Gameboy …) y por lo tanto están participando menos en el juego online.
Tanto hombres como mujeres acostumbran a jugar solos (42 y 37%, respectivamente), pero un 37,6% reconoce que es más divertido jugar acompañado.
Durante el fin de semana, un 28,1% de los chicos juega más de dos horas.
Un 43,4% tiene un juego pirata y un 31,3% los descarga de Internet.
El 61% de los padres deja que los adolescentes jueguen a cualquier juego.
Ubicación del ordenador: el 37,6% de los niños y niñas lo tienen en su habitación, y el 23,3% en el salón. Entre los adolescentes, el 39,3% lo tiene en su habitación y el 25,5% en el salón.
Tener un antivirus es común entre el 77,5% de los adolescentes (80% las mujeres, y 75% los hombres).
Tan solo un 11,2% de los niños utiliza Internet para enviar y recibir correos electrónicos. Sin embargo, el correo electrónico es el servicio más utilizado por los adolescentes (55%).
Un 31,8% de los adolescentes utilizan Internet por más de dos horas
58,6% de los niños usa Internet sin compañía. Sólo alrededor del 20% lo utiliza con su madre o con su padre. Los adolescentes navegan solos normalmente (76,5%)
69,6% busca contenidos musicales y 61,3% videojuegos.
82,2% de los adolescentes utiliza las redes sociales, y al igual que en otras regiones, lo utilizan más las mujeres que los hombres.
Orkut sigue siendo el rey de las redes sociales con un 93,5% de uso, frente al 28,4% de Facebook.
Un 51,1% de los adolescentes reconoce usar la cámara web de vez en cuando a la hora de chatear.
Un 35% sufre de ansiedad e irritación cuando no puede navegar.
El 74,6% de las discusiones relacionadas con Internet que tienen con los padres suele ser debido al excesivo tiempo que los adolescentes están conectados.
Nomofobia: un 29,1% reconoce que lo pasaría mal si no tuviera acceso al móvil por dos semanas
Un 57% de los adolescentes desconecta el móvil en clase, y un 20% al dormir. Hay un 35% que nunca lo desconecta.
Un 47,2% suele recibir mensajes por la noche cuando duermen y esto pueden alterar su descanso.
Entre Internet y el móvil, los adolescentes prefieren Internet (61% varones y 56% mujeres)
Un 30% llegó a conocer personalmente a amigos conocidos a través de internet.
A un 9,5% le parece divertido charlar con extraños en Internet
Un 5.2% recibió mensajes obscenos o de personas desconocidas
Cyberbullying: Un 12,7% utiliza el móvil para enviar mensajes, fotos o vídeos ofensivos contra alguien.
Privacidad: Los padres de los niños, niñas y adolescentes encuestados suelen prohibir o aconsejar que no se dé información personal (52,0%) o que no se hagan compras online (50,6%).
Un estudio realizado en Brasil entre los usuarios de redes sociales de ese país al respecto de la seguridad y de la privacidad, apunta los siguientes datos:
El 45% tiene su perfil de Facebook como privado (sólo visible para amigos), cifra más baja que la de los EE. UU. (59%).
El 63% comparte fotos en las redes sociales.
El 29% comparte vídeos.
El 35%, datos personales.
El 14%, su localización.
El 21% había borrado alguna etiqueta que le habían puesto en fotos (37% en los EE. UU.).
El 38% había eliminado a alguien de su lista de amigos.
El 45% había borrado algún comentario publicado en su muro.
El 73% rechaza invitaciones de amistad hechas por desconocidos.
El 41% no confían en Facebook en lo que se refiere a privacidad de sus datos personales.
El 4,3% de los menores ha recibido imágenes sugerentes de personas de su entorno (sexting pasivo), y un 1,5% reconoce haberse hecho a sí misma/o fotografías de carácter sexy (sexting activo).
El sexting activo es más practicado por chicas (2,2%) al contrario que sexting pasivo, más practicado por los chicos (5,1%).
Estados Unidos
Un estudio publicado en la revista Pediatrics sobre el sexting entre los menores estadounidenses, reveló que sólo el 1% envían imágenes sexualmente explícitas (es decir, que muestran pechos desnudos, genitales o el culo, según la definición del estudio) que podrían ser constitutivas de delito de pornografía infantil según las leyes de los EE. UU.
Otros datos revelados por el estudio fueron:
7% afirman haber recibido imágenes de otras personas desnudas o casi-desnudas.
El 5,9% las han recibido sexualmente explícitas.
De los que recibieron imágenes de sexting, el 56% eran chicas, y el 55% tenían 16 ó 17. Ninguna tenía menos de 12 años.
El 9,6% aparecía en imágenes desnudo o casi desnudo, o las había sacado o recibido (es decir, había estado implicado de alguna manera en un caso de sexting).
El 2,5% aparecía en dichas imágenes o las había creado. De esos, el 61% eran chicas, el 72% tenían 16 o 17 años y sólo el 6% tenían 10, 11 ó 12 años.
Del total de los entrevistados, el 1,8% se había sacado a sí mismo/a, el 0,3% había sido grabado/fotografiado por otra persona y el 0,4% había grabado/fotografiado a otro menor.
De los que salían en las imágenes o las habían sacado sólo el 54% mostraba pechos, genitales o culo desnudos.
Entre los que las recibieron, ese tipo de imágenes suponía el 84%.
El reenvío es poco frecuente: fueron distribuidas o publicadas en Internet en el 10% de los casos de sexting activo y sólo en el 3% de sexting pasivo.
El sexting activo sucedió:
Una sola vez en el pasado año, para el 41%.
Dos veces para el 23%.
De 3 a 5 veces para el 26%.
6 veces ó más para el 10%.
El sexting pasivo sucedió:
Una sola vez en el pasado año, para el 39%.
Dos veces para el 33%.
De 3 a 5 veces para el 22%.
6 veces ó más para el 6%.
En una encuesta realizada por Associated Press y el canal de televisión MTV uno de cada tres adolescentes y adultos jóvenes encuestados reconoció haber tomado parte en el sexting. El 61% de ellos reconoció que el sexting es «un problema» para los internautas su edad. Solamente el 10% de los encuestados que dijeron que habían intercambiado mensajes sexuales con personas que sólo conocen de Internet. En un estudio similar realizado en 2009 esa cifra era del 29%.
De los casos en que había un adulto implicado, la mitad de esos adultos tenían entre 18 y 25 años. En un 5% de este tipo de casos eran los menores quienes enviaban sus desnudos a los adultos en busca de sexo, es decir, casi un 2% del total de casos analizados.
En el 6% del total de casos el comportamiento era gravemente delictivo al implicar sextorsión o abuso sexual entre los propios menores.
En el 17% del total de casos se había producido distribución del sexting sin autorización.
En su mayoría (63%) los casos no pasaron más allá de los teléfonos móviles, es decir: no acabaron en Internet.
En dos de cada tres casos las imágenes mostraban los genitales o relaciones sexuales, y por tanto serían pornografía infantil según las leyes federales de los EE. UU.
El intercambio de imágenes de sexting juega un papel relevante en las relaciones sexuales ilícitas entre adultos y menores.
Investigadoras de la Universidad estadounidense de Rhode Island realizaron una encuesta entre jóvenes en edad universitaria y encontraron que 2/3 (67%) habían realizado sexting y el 78% también lo habían recibido. El 17% incluso lo había reenvíado a terceras personas.
México
Una encuesta de la organización mexicana ASI reveló que el 90% de las personas que envían sexting, autofotografiándose en poses eróticas o desnudas, son mujeres. En una amplia encuesta realizada a más de 10.000 estudiantes mexicanos de cuarto de primaria hasta tercero de secundaria (el 85% tenía entre 12 y 16 años) dio a conocer que casi el 8% de estos jóvenes reconocen haber enviado imágenes suyas desnudos o semidesnudos a conocidos o extraños. El 36,7% de los encuestados dijo conocer a alguien que ha enviado o reenviado imágenes de ese tipo, y el 10,2% reconoció haber enviado mensajes de e-mail o de SMS con insinuaciones sexuales (sexting textual).
Luz María Velázquez Reyes, del Instituto Superior de Ciencias de la Educación del Estado de México, comunicó en noviembre de 2011 las siguientes cifras después de entrevistar a 708 estudiantes (232 de bachillerato y 476 de licenciatura):
80% habían visto imágenes de personas semidesnudas o desnudas en las redes sociales.
20% se tomó fotografías o videos sexualmente sugestivos.
20% recibió invitaciones para retratarse en poses eróticas o pornográficas.
El 45% compartió material erótico recibido por teléfonos celulares.
10% lo ha publicado en sus perfiles o lo ha enviado a sus contactos.
60% recibió imágenes o videos con estas características.
En el 25% de los casos, los jóvenes los comparten con su pareja, y el 10 por ciento, con personas cercanas.
El 55% de los encuestados conoce a alguien que guarda fotografías o videos de novias.